Los orígenes de esta ganadería se remontan a mediados del Siglo XX, cuando Don Ángel Gómez-Rengel y Rodríguez de Vera compra un lote de vacas bravías para crear una ganadería en las fincas de La Torre y El Cuartico, situadas en los Términos Municipales de Viveros y Villanueva de la Fuente y propiedad de su mujer Doña Aurora Flores y Flores.
Desde el inicio, su cuñado Don Samuel Flores y Flores le prestó sistemáticamente año tras año sementales de Parladé, procedentes de la ganadería que entonces se anunciaba como Samuel Hermanos. Y nunca dejó de prestarle sementales hasta que este murió.
Es por esto, que cuando fallece Don Ángel en 1968 esta ganadería era ya prácticamente igual que la de Samuel Flores y por tanto se puede decir que esta ganadería era ya encaste puro Samuel Flores.
En diciembre de 1968, la ganadería fue adquirida a los herederos de D. Ángel por Agropecuaria Andaluza, SA. Propiedad de la familia Flores. Antes se anunciaba como Ángel Gómez-Rengel, y fue entonces cuando pasó a denominarse Castillo de Montizón , se cambió el hierro de Ángel Gómez-Rengel por el que se utiliza actualmente, se trasladó definitivamente a la finca del Castillo de Montizón tras unos años en La Marañosa y se han seguido utilizando sementales del hierro de Don Samuel Flores para cubrir las vacas.
Fue entonces también cuando se inscribió en la Asociación de Ganaderías de Lidia a la que pertenece formalmente desde el 23 de febrero de 1969.
En las últimas décadas la Ganadería del Castillo de Montizón ha sido el tercer hierro de la familia y ha lidiado principalmente novillos en los festivales taurinos organizados en algunos pueblos de la comarca, así como también algunas novilladas, no dejando toros para lidia, tan sólo alguno puntualmente para las calles.






